El invierno infinito

Reto

Con 210 kilómetros esquiables, Grandvalira es la estación de esquí más grande del sur de Europa. Además, sus numerosas actividades de invierno la convierten en uno de los principales destinos de los amantes de la nieve. Y, sin embargo, no contaba con una voz propia a la altura de la calidad de su oferta. El reto al que nos enfrentábamos era encontrar una manera de hablar única que solo Grandvalira pudiera defender.

Inspiración

Teníamos la determinación de romper con los códigos establecidos de la categoría y huir del típico lenguaje de la espectacularidad.

Idea

Con la intención de elevar el valor diferencial de Grandvalira al máximo, creamos el Invierno infinito, un concepto que explica la polisémica inmensidad de la estación. Decidimos vestir este invierno de blanco y negro y crear un código visual único a partir de efectos caleidoscópicos, distorsiones y perspectivas imposibles. Un código que nos ha permitido hablar de manera onírica y sensorial de la experiencia en Grandvalira y que, además, funciona perfectamente en una experiencia de usuario cada vez más digital.

Impacto

La campaña ha marcado un antes y un después en la categoría de la nieve. Su lenguaje poético no solo ha quedado recogido en las páginas del Anuario de la Creatividad Española, sino que también ha incrementado el recuerdo y la percepción positiva de la estación en targets estratégicos.