En todo el mundo, la salud de las personas transgénero es invisible. En Brasil es aún peor, porque la exclusión de la salud trans es una plataforma gubernamental.
El gobierno de Bolsonaro ha excluido las directrices para la salud trans y pone el tema bajo su "Ministerio de la Familia", que el ministro dijo durante la inauguración, "es una nueva era en Brasil, los niños se visten de azul y las niñas de rosa".
Brasil es el país que más personas trans mata en el mundo durante 13 años consecutivos.
El 89% de las personas trans no puede permitirse la asistencia sanitaria.
El 62% utiliza hormonas por su cuenta.
El 47% ha desarrollado una depresión.